miércoles, 27 de mayo de 2015

Las mujeres buenas

A veces pienso:
¡pobres mujeres buenas!
buenas para todos,
menos para ellas

limpian su casa
dan de comer a sus hijos
les enseñan a caminar
caen con ellos vacilantes.

¡Desgraciadas,
las que se llaman buenas!
Mujeres rotas
que no son mujeres

son muñecas de trapo,
de los trapos que compran
para sus maridos
y para sus vástagos:

mujeres que son sólo eso,
incompletas como personas
úteros con pelo y piernas,
incubadoras en cadena.

Pobre mujer buena,
la sociedad ha pedido esto para ti
víctima de mi pena
y miradas de parturera

joven, mujer, buena,
¿qué de tu vida esperas?
cuando corten el cordón
aparecen tus cadenas.

sábado, 23 de mayo de 2015

Por qué revolución

Por qué me duele
pensar
que hay vida antes de tí
que dar una calada
no llena tus pulmones,
los vacía
los pudre
se alimenta de ellos
como tú te alimentas de mí.

Por qué no soporto
querer
lo que han querido antes
un clavo
sacando otro clavo
y no, no
tomaré el martillo
ni la hoz
no gritaré revolución.

Porque Marx no me entra
en la cabeza,
me entra por el corazón
pero, Ché,
qué cosas...
también por el corazón
entraste tú
tan rápido como vas a salir,
en una expiración.

Katyusha

Pequeña y rusa Katia
abres la puerta
una mañana cualquiera
y la guerra te da en la cara

el sol se oculta temeroso
rehuye la aviación
las bombas que llevan tu nombre
abrazan con fuerza la vida a su paso.

Yekaterina, te instigan tus padres,
cásate antes de que se vaya
y el águila de la estepa
sobrevuele carroñera esta casa

atrápale con tu canción
espera sonriente en casa
y llora por el alma
que queda en el campo de batalla.

Katyusha, te escribe, en cartas
de amor palabras versadas
que derriten el corazón
en lágrimas amargas,

y espera el regreso
del alma de un hombre
que un día amó
y la guerra le quitó.